Algunas veces las contrapartes promovían  incidentes de caducidad de la instancia en un juicio ordinario civil, argumentando inactividad procesal y buscando la terminación del proceso. La primera instancia en menores ocasiones emitía resoluciones contrarias a nuestros intereses en relación con esos incidentes planteados.

Impugnamos las sentencias interlocutorias, demostrando que no se habían considerado debidamente los plazos de inactividad de 120 días, y que la caducidad de la instancia solo opera bajo ciertas condiciones de carga procesal para las partes. También argumentamos la ilegalidad por falta de fundamentación y motivación de algunas resoluciones, y la necesidad de aplicar la plenitud de jurisdicción para resolver de fondo.

La Salas Civiles del Tribunal Superior de Justicia revocó las sentencias interlocutorias y declaró infundados los  incidentes de caducidad de la instancia planteada por los deudores demandados. Esto permitió que los juicios principales continuaran su curso, validando nuestra estrategia legal y aportando claridad jurisprudencial en la aplicación de las normas de caducidad.